En la gran mayoría de las casas de Las Arribes del Duero disponían de bodegas subterráneas, en las que los viticultores elaboraban sus vinos, después los vendían en la zona, regidos por una “asociación de medidores” desplazándose con animales de carga, como los mulos, burros…. que utilizaban también para las labores del campo.
Después se crearon cooperativas vitivinícolas. En el 1992 se comenzaron las andaduras para crear Arribes del Duero, la idea era unificar todas las bodegas en una con modernas instalaciones, no se consiguió la unión pero el resto sí. Los socios vienen de tradición familiar vitivinícola. Después de muchos años de lucha y en parte gracias a esta bodega se crea la Denominación de Origen Arribes.